Los perros no se lavan como los gatos. De vez en cuando tendrás que hacerlo por ellos. Bañar a tu perro puede ser una odisea si a tu perro no le gusta mojarse, pero a veces es una necesidad. Tanto si tu perro se ha pasado la tarde revolcándose en el barro como si su pelaje empieza a estar un poco apagado, un buen baño puede darle un buen aspecto. Sin embargo, lo que realmente marca la diferencia es contar con el champú para perros adecuado. Para saber qué champú utilizar, cómo y con qué frecuencia, sigue nuestra guía sobre el champú para perros.
¿Qué tipo de champú para perros debo utilizar?
En lo que respecta a los ingredientes, los champús para mascotas y los champús para humanos no son tan diferentes. Ambos contienen agentes hidratantes, tensioactivos, fragancias y agentes espumantes. Pero hay una diferencia importante: el pH, que es el grado de acidez o basicidad de la fórmula. Los perros y los humanos tienen distintos tipos de piel y distintos niveles de pH, lo que significa que deberías utilizar un champú específico para perros, como los champús Ladybel.
Bañe a su perro al menos una vez al mes para que no se le acumule nada en el pelo y su piel se mantenga limpia. Esto garantiza que el pH del pelaje y la piel se mantenga correctamente, evitando así virus, parásitos y bacterias.
¿Por qué los champús normales para humanos son malos para los perros?
El champú humano es una de las peores cosas que puedes ponerle a tu perro. Tanto los perros como los humanos tienen una capa ácida en la superficie de la piel, una barrera que les protege de infecciones, bacterias y virus. El pH de la piel en los humanos oscila entre 5,2 y 6,2, mientras que en los perros suele variar entre 5,5 y 7,5. La escala completa de pH va de 0 a 14. Los niveles inferiores a 6,4 se consideran muy ácidos.
La piel humana, al tener un pH entre 5,2 y 6,2, es más ácida. Por eso, los productos para la piel y los champús están especialmente formulados para este equilibrio. Utilizar un champú o un producto de baño en general en un perro cuyo pH no esté adaptado puede ser extremadamente devastador para su piel y su pelaje. Si la capa ácida de la piel del perro está dañada, los microorganismos pueden penetrar en ella con mucha facilidad. Notarás que la piel de tu perro se vuelve pruriginosa, escamosa, muy irritada, etc.
Los champús humanos destruyen la capa ácida del perro de forma importante, abriendo las compuertas a todo tipo de virus e infecciones. Comenzará un círculo vicioso. Tu perro se rascará la piel, lo que abrirá arañazos por los que pueden entrar bacterias. También notará un olor debido a la proliferación de bacterias. Y si intentas lavar más a tu perro, empeorará el daño.
¿Con qué frecuencia debo lavar a mi perro?
Bañar a su perro no sólo es bueno para su higiene, sino que también es una gran oportunidad para comprobar si tiene arañazos, golpes, pulgas y otras anomalías. Todas estas pequeñas preocupaciones se detectan más fácilmente cuando tienen el pelo mojado y aplastado contra el cuerpo.
Pero, ¿con qué frecuencia debe lavar a su perro? Hay algunos factores que determinan la rutina de baño de tu perro:
- Longitud del pelo: ¿Su perro tiene el pelo largo que puede atrapar la suciedad y los residuos? ¿O tiene el pelo corto y es menos probable que se ensucie?
- Nivel de actividad: Un perro que está casi siempre dentro de casa y evita los problemas cuando está fuera es probablemente más limpio que un perro al que le gusta cavar agujeros, jugar en el parque e ir a nadar.
- Alergias y afecciones cutáneas: algunos perros tienen alergias cutáneas u otros problemas de salud que les predisponen a necesitar baños con mayor o menor frecuencia.
Como mínimo, es aconsejable lavar al perro al menos una vez cada tres meses. Puedes lavar a tu perro una vez al mes. Si utiliza un champú suave como el de Orfea, esto puede ocurrir incluso con más frecuencia. En caso de duda, use su buen juicio: si su perro empieza a oler mal, probablemente sea hora de bañarlo.
Si algunos se preguntan si es malo lavar al perro cada semana, la respuesta es claramente afirmativa. Su perro necesita una capa de aceite protector natural producido por la piel para favorecer el crecimiento del pelo. Un lavado demasiado frecuente puede impedir que se reconstituya esta capa protectora. Además, un baño excesivo puede provocar irritación y sequedad. Así que no te pases.
¿Qué hacer si su perro tiene miedo al baño?
Algunos perros tienen una fuerte reacción de pánico cuando se trata de bañarse, y esto a menudo puede estar relacionado con experiencias traumáticas que tuvieron en el pasado cuando eran pequeños.
Si es posible, lo mejor es hacer del baño un momento agradable, y puede ser útil dar a su perro golosinas sabrosas cuando se meta en la bañera para que aprenda a asociarlo con un acontecimiento positivo. Además, dar a su perro la oportunidad de entrar voluntariamente en el baño también puede ser útil, para que no se sienta atrapado y colocado en un entorno aterrador sin tener ningún control sobre la situación.
Si su perro sigue teniendo mucho miedo al agua, la introducción gradual de pequeñas cantidades de comida húmeda puede ayudarle a exponerse gradualmente al agua para superar sus temores. El mero hecho de ver la bañera llena de agua puede asustar bastante a algunos perros, por lo que dejarles examinar pequeñas cantidades de agua o bañarles sólo con un chorrito de agua puede ayudarles a aliviar parte de su ansiedad.
Si tu perro tiene especial miedo a la bañera, quizá prefieras lavarlo fuera, pero no siempre es una buena opción cuando hace frío. Ten en cuenta las condiciones ambientales antes de intentar un lavado al aire libre. Otra táctica útil para los perros que temen bañarse es considerar la posibilidad de hacerlo después de un largo paseo, para que estén cansados y tengan menos energía que alimente su ansiedad.